Uno de los fenómenos más estudiados en el mundo empresarial actual es la acelerada reducción de la vida útil de los productos y servicios que lanzan al mercado las empresas. La realidad es que en todos los sectores de negocios se constata que los productos llamados a durar décadas y décadas sin cambios están desapareciendo. Esta coyuntura indica que la innovación constante se ha impuesto. Si una empresa pretende seguir al paso de los tiempos, debe mantener o iniciar un proceso acelerado de innovación en sus portafolios. ¿Cómo hacerlo? ¿Cuál es la situación de su empresa?

A continuación las diez reglas de Reid Hoffman, fundador de Linkedin, sobre cómo “inventar el futuro”, que también se conocen como las “10 reglas de la innovación empresarial”. Evalúe las actitudes y criterios dominantes en su empresa para determinar si cumple o no los preceptos contenidos en esas “10 reglas”.

¿Se intenta provocar el cambio disruptivo?

No se trata tan sólo de mejorar en algo lo existente, sino de procurar cosas que revolucionen lo que se está haciendo en el sector de negocios; se trata de romper del todo con lo existente para crear nuevos enfoques, métodos, productos y servicios que sean “rompedores”.

¿Se plantean objetivos pensando en grande?

“Ten presente que toma la misma cantidad de tiempo dirigir una empresa pequeña que una grande”, advierte Hoffman. Al fijar objetivos, ¡piense en grande!, incluso si su empresa es pequeña.

¿Ha construido una red para ampliar la visión de la empresa?

Al enfrentar la innovación, incorpore a sus esfuerzos a todos aquellos que puedan aportar algo; por ejemplo, inversores, consultores, clientes, empleados y contactos profesionales. No se encierre en las cuatro paredes de su empresa. Recuerde siempre que “cuatro ojos ven más que dos…. Y ocho más que cuatro”.

¿Analizan todas las alternativas?

Es muy posible que los productos o servicios de la empresa incluyan atributos y funciones que podrían aportar algo nuevo a los consumidores y clientes y que todavía no se han descubierto: no dejes nada por analizar y evaluar.

¿Se aplica la persistencia flexible?

Persistir, persistir, persistir, es una de las cualidades de la búsqueda de nuevas opciones y alternativas, pero también es importante saber cuándo ser flexible o cuando se debe mezclar la persistencia con la flexibilidad.

¿Se lanzan los nuevos productos apenas están casi-listos?

Recuerda siempre que “lo perfecto es enemigo de lo bueno”. No se puede esperar a tener el producto perfecto antes de lanzarlo al mercado. Es preferible que sean los propios consumidores y clientes a pedir cambios, mejoras o modificaciones.

¿Se mantienen los objetivos altos, pero sin embriagarse con ellos?

El hecho de establecer objetivos altos y ambiciosos no quiere decir que sean intocables o invariables; es necesario tener la modestia de reconocer cuando las cosas no se pueden lograr y es conveniente corregir el rumbo.

¿Se busca la innovación más allá del producto?

Dice Hoffman: “Tener una gran idea de un  producto es importante, pero tener una gran idea para la distribución del producto es aún más importante”.

¿Se toman en consideración los valores dominantes en la cultura de la empresa?

En más ocasiones de las deseadas, son los valores, hábitos, actitudes y criterios osificados en la cultura de la empresa los que impiden el desarrollo de una innovación. Frases como “eso nunca se ha hecho así” muchas veces impiden la implantación de ideas por el simple apego a la rutina.

¿Se rompen las reglas?

La naturaleza de la innovación será siempre hacer las cosas por primera vez. Para ello, es necesario ir en contra de las reglas establecidas, incluidas, si es necesario, estas 10 reglas.